Más Allá del intento
"Cuando no intentarlo, era lo más fácil, pero no lo más valioso".
Era septiembre de 2016 y faltaban pocas semanas para viajar hacia Argentina a correr la Maratón de Buenos Aires, Una tarde recibí una llamada telefónica y durante la conversación le dije a la persona con quien hablaba que volvería por cuarta vez a correr esta importante carrera donde había logrado estar en el top 5 en dos de las tres ediciones anteriores. La persona con quien hablaba casi que de inmediato disparo preguntas irónicas, propias de aquellos que acostumbran a rendirse después del primer intento.
¿Otra vez? ¿Cuantas veces lo has intentado ya? ¿Porque no buscas carreras más fáciles? fueron las preguntas que me formuló.
Al escuchar sus palabras casi que de inmediato cambie el tema sin responder sus preguntas para no extender la conversación.
Al finalizar la llamada me olvidé de la situación y le pedí el favor a mi esposa que alistara la bandera de Colombia que siempre llevamos en la maleta cuando salimos del país y escondo en la silla de competencia soñando con ganar una carrera internacional llevándola en mis manos.
En Buenos Aires ocurrió lo que normalmente ocurre cuando seleccionamos lo mejor del pasado y utilizamos lo mejor del presente para conseguir lo mejor del futuro... Seleccionar los aprendizajes de los intentos anteriores y utilizarlos en el entreno del día a día, me llevo a lograr lo que tiempo atrás soñaba que fuera mi futuro:
Ganar la Maratón más importante de Latino América.
Recordando todo lo que viví en Argentina pensé en la pregunta de aquella persona, y me di cuenta que si hubo respuesta. fue el siguiente intento.
Eso era lo único que podía explicar aquello que llevaba alistando durante 4 años (Un sueño, un propósito, y muchos kilómetros de entreno) junto con una bandera, que como todas las otras veces, doble y guarde con ilusión en la maleta para la carrera, pero a diferencia de las otras veces, en esta ocasión Dios me dio la oportunidad de llegar con ella en las manos... ¡Y lo escribo con orgullo!, porque es la misma bandera que mi abuela y mi mamá me hacían colocar en una caña menuda cuando eran días de fiesta, la misma que más de una vez me tocó sostener desde atrás de la puerta mientras veían la procesión de viernes santo; la misma que llevaba en un palo de escoba montado en una camioneta cuando Colombia ganó la Copa América en el 2001 y Colgué en la ventana cuando Nairo Quintana ganó el Giro de Italia 2014.
Quizás era más fácil no volver a Buenos Aires, quizás era más fácil correr en otro lugar, quizás era más sencillo no intentarlo una vez más. Pero con cada circunstancia he aprendido que en la vida hay que renunciar a la comodidad de lo fácil, para perseguir la incomodidad de lo extraordinario, de lo valioso, de lo importante...
Fue un lujo tener una abuela que me enseño que "no hay que preocuparse tanto cuando no haya dinero en los bolsillos, eso se consigue afuera" así me decía, pero que "si hay que hacerlo cuando no haya sueños en el corazón, porque esos se crean adentro. Es un lujo tener una mamá que me demuestra que a veces no es tan importante ir rápido, sino llegar lejos, es un lujo vivir circunstancias que me ayudaron a darme cuenta que se necesita mucho más que dos piernas y las mejores herramientas, para ser feliz y cumplir un sueño.
Por eso en esta publicación no es tan importante el resultado, sino el camino, y en el camino está toda mi historia, mi Familia, mis Amigos, las empresas que me apoyan y por supuesto muchos intentos y muchos "fracasos"... Todo lo que me preparo para vivir un día como este. Una carrera que fue mucho más que 42km, fue una parte del camino, que incluso afronte con más temor que nunca... No sé cuántas veces mire la silla rogando que no fallara nada y tome las curvas siempre abiertas para que nadie se me acercara como ya me había pasado en Ciudad de México cuando choque con otro atleta y término la carrera para mí.
Para terminar, solo diré que le sumamos un día especial a este camino... Un camino que le agradezco a Dios, a todas las personas que están en él y a las Empresas que me han apoyado y a las que me siguen apoyando para ir más allá del intento.
No podría decir cuántos intentos se necesiten para alcanzar un sueño, pero si podría decir, que estaré dispuesto a intentarlo una vez más.
Conoce a Francisco Sanclemente
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