Gente importante y Gente valiosa
Quiero compartir un pequeño fragmento de mi vida, una anécdota que me ayudó a entender la diferencia entre la gente importante y la gente valiosa... Dos definiciones que suelen confundirse en discursos y textos pretenciosos, sin embargo, es preciso distanciar estas definiciones citando aquel buen refrán que define el valor de una persona en proporción a cómo trata a quien no puede beneficiarle en nada.
Hace algún tiempo, exactamente a inicios de octubre del 2015, como cada cosa que me ha sucedido en la vida, sin esperarlo, mi celular avisaba una nueva a llamada, una llamada que como todas respondía con entusiasmo y con el anhelo de que alguna de las solicitudes de patrocinio para mi carrera deportiva, haya sido leída.
Quién hacia la llamada era un señor llamado Camilo, un nombre normal pensé, quien al hablar solo se limitó a decir el nombre de la empresa de donde me llamaba. La llamada era para confirmar el apoyo de Grupo Argos a mi carrera deportiva y su interés por conocer sobre mi vida, algo que para mí generaba una alegría indescriptible.
Al terminar la llamada inmediatamente agregué su número a mi lista de contactos, y al escribir su nombre Camilo, y su apellido Abello, me hacía gracia que su apellido rimara con la pérdida de Cabello que se podía visualizar en ese momento en la foto de su perfil en WhatsApp, mi mente indelicada y acostumbrada a reír de aquello que no controlamos susurro: ¡Camilo Abello sin Cabello!. Eso despertó mi curiosidad y fue así como me di cuenta que su pérdida de cabello era producto de su reiterada lucha para lograr sobrevivir a un cáncer linfático.
Hoy a Camilo le ha crecido el cabello y aunque sigue luchando contra el cancer, confió en que Dios lo ayudara a salir triunfador de este duro reto. Y es aquí donde hago referencia al título de este fragmento de mi vida, porque al conocer poco a poco algunos aspectos de la vida de Camilo, he logrado comprender desde la experiencia, la gran diferencia entre ser importante y ser valioso. Una persona que sin lugar a dudas encaja en cualquiera de estas dos definiciones, pero que al escucharlo hablar y leer lo que escribe, tiene mucho más de valioso, que de importante. Una persona a la que suelo escribir periódicamente no solo por cariño y agradecimiento, sino también porque dentro de sus quehaceres altamente demandantes, siempre tiene algo para enseñar y mucho para inspirar.
Camilo es vicepresidente de uno de los conglomerados más importantes del país, pero su cargo, solo se nota en la firma de su correo electrónico, porque cuando lo conoces te das cuenta que es un gran ser humano con una misión en la vida: Ayudar.
He querido hacer este reconocimiento con motivo de su cumpleaños, que está lejos de lo pomposo que suelen ser las celebraciones de la gente importante. Un reconocimiento que se limita al agradecimiento, lo cual estoy seguro que es suficiente para una persona que como él, que es capaz de ofrecer ayuda, cuando quizás sea él quien necesite más ayuda.